Visiblemente emocionadas, las vi llegar a TV
Yohuala. No era para menos. Ser vistas y escuchadas en directo, en México y
otros países, no es cosa de todos los días. En la breve espera de mis invitadas
a la emisión semanal de El Mensajero,
conversaba con la actriz y poeta Lupita Ayala; sobre los planes de próxima
publicación de nuestras operas primas,
y a propósito de lo complejo de abrirse camino en este sendero de palabras, que
gozosos hemos escogido. Mi amiga Lupita partió en el instante en que las
sonrisas de Naghely e Itzel iluminaron el umbral de la antesala del estudio de
grabación. El programa que nos antecedía, estaba ya en la recta final. La
despedida del conductor a quien escuchábamos en el viejo aparato de prueba
dispuesto sobre la mesa en torno a la que aguardábamos nuestro turno, indicó
que se nos llegaba la hora. Como cada martes de siete a ocho de la noche. Como
desde hace tiempo, sucedía en mis sueños.
Itzel y Naghely, generosamente, hablaron
sobre su atmósfera ideal para escribir. Dialogando, revelaron que dan vida a
sus obras abrazadas por Selene; y deshicieron el nudo sobre cómo lo hacen
mejor; con música, en silencio; degustando ciertos bocadillos o bebidas, o tan
sólo alimentadas con aromas envolventes de flores, especias o copal, o
simplemente abrevando como de un manantial de suculenta miel, de los besos de
su ángel literario.
–Todos echamos mano de diferentes artilugios –dije
sonriente mirando hacia la cámara– y una vez más corroboré el tino en la visión
de mi Maestra Ethel Krauze, cuando afirma que en la fase procedimental del
proceso creador literario, a medida que nos asumimos como escritores y
conocemos mejor lo que nos facilita la invocación de la musa, podemos crearnos
las condiciones en que sabemos que Ella llegará.
Más adelante, mis invitadas y yo debatimos
sobre la importancia de la pericia técnica al escribir, y coincidimos en que si
bien al principio la pasión por impregnar con fragancia de tinta al mundo es
suficiente, para perfeccionarse en el hacer artístico literario, uno puede ir
tras los pasos de los más experimentados y echar mano de recursos probados que
catapulten nuestra creatividad. Esto es a lo que la escritora Ethel Krauze
denomina la fase técnica del proceso creador. En ésta, puede experimentarse
–nunca aprenderse como resultado de la transmisión verbal– con distintos
tiempos de comienzos, así como estrategias y recursos para construir personajes
creíbles y diversas maneras de dibujar escenas con palabras en el texto
literario. Nada más por mencionar algunas de las infinitas posibilidades de que
puede echar mano el escritor.
El clímax de la noche, sin embargo, fue la
lectura en voz de sus autoras, de los escritos que constituyeron excelente
pretexto para que Itzel y Naghely arroparan con arte el programa de todos y
todas ustedes. ¡¡¡Las cartas a las madres, ganadoras del desafío de escritura
al que se convocó con motivo de la celebración de mayo a las mamás!!!
Las evocaciones vívidas y bañadas de nobles
sentimientos de la escritora taxqueña Naghely Flores y la bella prosa poética
de Itzel Catalán –artista de Acayahualco–, hicieron que todos añoráramos a esas mujeres cuyo rol en nuestra
existencia, es el de ser nuestras queridas madres. Ello dio lugar a mirar cómo
uno abreva indefectiblemente de su propia vida para escribir; en esto, como
apunta Ethel Krauze, nos inspiramos. Ésta –explica mi querida Maestra– es la
fase inspiracional del proceso creador en literatura, misma en que acopiamos de
lo que somos o hemos vivido para entretejer nuestro arte, con palabras.
El programa fue luminoso y alegre, por eso el
tiempo se nos hizo ligero. Como pluma angelical cayendo en espirales sobre los
citados esa tarde en el estudio, y sobre quienes nos vieron y escucharon.
Nos quedamos con ganas de más. Por eso, Ellas
prometieron volver. Radiantes, mostraban a la lente de mi celular –a falta de
cámara– los ejemplares de Cromosoma X
de la escritora Lupita calles, que
recompensaron su arduo trabajo de escritura y su valor. Las cartas de una y
otra, además de ser bebidas por los ojos y el corazón de sus primeras
destinatarias, abrieron sus alas y llegaron allá, adonde TÚ le das sentido a
nuestro sueño. Porque nos recibes en tu casa y corazón y nos acompañas. En esos
lugares adonde es bienvenido este mensaje de utopías… y de palabras.
SALUDOS Y FELICIDADES POR TU PROGRAMA, VAS MUY BIEN. ABRAZOS (MUCHOS, QUE SON GRATIS).
ResponderEliminarGracias por la oportunidad. Por tu apoyo de SIEMPRE. Por el cariño y por la amistad. En verdad, ¡MUCHAS GRACIAS!
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