jueves, 7 de junio de 2012

¡Fuera ropa! Todos desnudos, en El Mensajero


Hermes Castañeda Caudana
Visiblemente emocionadas, las vi llegar a TV Yohuala. No era para menos. Ser vistas y escuchadas en directo, en México y otros países, no es cosa de todos los días. En la breve espera de mis invitadas a la emisión semanal de El Mensajero, conversaba con la actriz y poeta Lupita Ayala; sobre los planes de próxima publicación de nuestras operas primas, y a propósito de lo complejo de abrirse camino en este sendero de palabras, que gozosos hemos escogido. Mi amiga Lupita partió en el instante en que las sonrisas de Naghely e Itzel iluminaron el umbral de la antesala del estudio de grabación. El programa que nos antecedía, estaba ya en la recta final. La despedida del conductor a quien escuchábamos en el viejo aparato de prueba dispuesto sobre la mesa en torno a la que aguardábamos nuestro turno, indicó que se nos llegaba la hora. Como cada martes de siete a ocho de la noche. Como desde hace tiempo, sucedía en mis sueños.
      Itzel y Naghely, generosamente, hablaron sobre su atmósfera ideal para escribir. Dialogando, revelaron que dan vida a sus obras abrazadas por Selene; y deshicieron el nudo sobre cómo lo hacen mejor; con música, en silencio; degustando ciertos bocadillos o bebidas, o tan sólo alimentadas con aromas envolventes de flores, especias o copal, o simplemente abrevando como de un manantial de suculenta miel, de los besos de su ángel literario.
      –Todos echamos mano de diferentes artilugios –dije sonriente mirando hacia la cámara– y una vez más corroboré el tino en la visión de mi Maestra Ethel Krauze, cuando afirma que en la fase procedimental del proceso creador literario, a medida que nos asumimos como escritores y conocemos mejor lo que nos facilita la invocación de la musa, podemos crearnos las condiciones en que sabemos que Ella llegará.
      Más adelante, mis invitadas y yo debatimos sobre la importancia de la pericia técnica al escribir, y coincidimos en que si bien al principio la pasión por impregnar con fragancia de tinta al mundo es suficiente, para perfeccionarse en el hacer artístico literario, uno puede ir tras los pasos de los más experimentados y echar mano de recursos probados que catapulten nuestra creatividad. Esto es a lo que la escritora Ethel Krauze denomina la fase técnica del proceso creador. En ésta, puede experimentarse –nunca aprenderse como resultado de la transmisión verbal– con distintos tiempos de comienzos, así como estrategias y recursos para construir personajes creíbles y diversas maneras de dibujar escenas con palabras en el texto literario. Nada más por mencionar algunas de las infinitas posibilidades de que puede echar mano el escritor.
      El clímax de la noche, sin embargo, fue la lectura en voz de sus autoras, de los escritos que constituyeron excelente pretexto para que Itzel y Naghely arroparan con arte el programa de todos y todas ustedes. ¡¡¡Las cartas a las madres, ganadoras del desafío de escritura al que se convocó con motivo de la celebración de mayo a las mamás!!!
      Las evocaciones vívidas y bañadas de nobles sentimientos de la escritora taxqueña Naghely Flores y la bella prosa poética de Itzel Catalán –artista de Acayahualco–, hicieron que todos añoráramos  a esas mujeres cuyo rol en nuestra existencia, es el de ser nuestras queridas madres. Ello dio lugar a mirar cómo uno abreva indefectiblemente de su propia vida para escribir; en esto, como apunta Ethel Krauze, nos inspiramos. Ésta –explica mi querida Maestra– es la fase inspiracional del proceso creador en literatura, misma en que acopiamos de lo que somos o hemos vivido para entretejer nuestro arte, con palabras.
      El programa fue luminoso y alegre, por eso el tiempo se nos hizo ligero. Como pluma angelical cayendo en espirales sobre los citados esa tarde en el estudio, y sobre quienes nos vieron y escucharon.
      Nos quedamos con ganas de más. Por eso, Ellas prometieron volver. Radiantes, mostraban a la lente de mi celular –a falta de cámara– los ejemplares de Cromosoma X  de la escritora Lupita calles, que recompensaron su arduo trabajo de escritura y su valor. Las cartas de una y otra, además de ser bebidas por los ojos y el corazón de sus primeras destinatarias, abrieron sus alas y llegaron allá, adonde TÚ le das sentido a nuestro sueño. Porque nos recibes en tu casa y corazón y nos acompañas. En esos lugares adonde es bienvenido este mensaje de utopías… y de palabras.


2 comentarios:

  1. SALUDOS Y FELICIDADES POR TU PROGRAMA, VAS MUY BIEN. ABRAZOS (MUCHOS, QUE SON GRATIS).

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    1. Gracias por la oportunidad. Por tu apoyo de SIEMPRE. Por el cariño y por la amistad. En verdad, ¡MUCHAS GRACIAS!

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